- un litro de caldo, frío.
- 12 cucharadas colmadas de harina (unos 250gr.)
- 4 huevos
- sal, si es necesaria
- Un trozo de tocino para untar la sartén.
Preparación:
Ponemos en un cuenco el caldo, añadimos la harina y batimos hasta que esté bien mezclada. A continuación añadimos los huevos y seguimos batiendo. !!Ya tenemos el "almoado". Lo dejamos reposar al menos media hora.
Yo no le pongo sal, de momento (el caldo ya lleva), espero a que salga la primera y siempre hay algún voluntario que la prueba y opina si es necesario añadir.
A continuación unas fotos del proceso de elaboración. En la segunda podemos ver como el almoado cubre el cucharón. Para mí ese grado de espesor es la indicación de que las filloas saldrán finas y no se romperán. Si no lo he conseguido añado un poco más de harina o caldo, según esté más o menos claro.
Vertemos un cucharón de masa al tiempo que movemos la sartén para que se reparta por todo el fondo en una capa lo más fina posible. Tiene que ser muy rápido, de ahí la foto movida!!
Cuando vemos que la filloa empieza a separarse de las paredes de la sartén (podemos ayudar con una espátula o cuchillo sin punta), viene lo que, para mí, es más complicado: darle la vuelta sin que se rompa.Para ello, la cogemos con decisión y rápidamente la levantamos y la volvemos a dejar caer en la sartén. Tras unos segundos la retiramos al plato.
A partir de aquí, ya cada uno. Hay quien se las come tal cual, hay quien les pone azúcar, mermelada, miel, crema, nata...... También podemos utilizarlas con un relleno salado. Vamos que !!vale todo!!.
Qué aproveche!!